8 nov 2011

la SEGURIDAD social




Hace unos días acudí a un ambulatorio con un amigo con intención de pedir hora para realizarnos las pruebas de enfermedades de transmisión sexual. Ya imagináis que salí mosqueada. Sin embargo, el motivo de mi enfado ha ido variando. Me explico...

Para empezar, nos pidieron entrar por separado, cosa que me molestó y que, por supuesto, no nos dio la gana cumplir. Entramos juntos. ¿Por qué entrar separados?. Hubo quien me dijo, "hombre, quieren respetar tu intimidad". Mentira. No quieren respetar mi intimidad. Sólo son protocolos para mantener dentro lo vergonzoso, lo que les avergüenza a ellos no a mi, ni a mi amigo. Y lo dejan claro minutos después.

Todo un raudal de preguntas que no comprendo cae sobre nosotros: ¿tienes pareja? ¿mantienes relaciones heterosexuales u homosexuales? ¿te proteges cuando practicas sexo?. No entiendo para que sirven estas preguntas. ¿Qué pasa? ¿Si tengo pareja no me puedo contagiar?. Si, además, la pareja es heterosexual, ¿soy inmune?. ¿La pareja heterosexual sustituye a un condón?. Pronto y rápido, demasiado, el caballero que nos atiende, deduce que mi amigo, por ser homosexual, asume más riesgos que yo. Y ahí salto en cólera. No puedo aguantarme. ¿Por qué mi amigo asume más riesgos que yo?, le pregunto. "Hombre, la homosexualidad es más promiscua", responde el tipo y se queda tan ancho. Ahora entiendo porque la seguridad social se llama seguridad social. ¡No solo nos curan! ¡Nos protegen de los indeseables!. 


  
"Pero él le ha dicho que tiene pareja, ¿entonces?. Perdóneme, pero es que no lo entiendo. ¿De dónde deduce usted que él asuma más riesgos que yo?, ¿qué riesgos son los que él asume que yo no?". "Creo que me está malinterpretando, señorita.". Yo soy una señorita, no un marica.  "Ya sabe que los de su grupo duran menos, son menos estables. Y no lo digo yo. Lo dice todo el mundo.".  Casi me quedo sorda de golpe. "los de su grupo"... ¿qué grupo? ¿los gays tiene  una banda?. " Dígame, sigue sin responderme, ¿porque deduce que el asume más riesgos que yo?. Yo soy una golfa, infiel, me chifla el sexo y además, me encanta que me den por el culo". Ahora el que se queda sordo es él. 

Salimos indignados, obviamente. Pero, además, salí avergonzada y preocupada. Avergonzada de que me incluyan en su "grupo". Avergonzada de que mi amigo sea juzgado sin más penalización que mi enfado. Preocupada porque los prejuicios impedirán, ahora y en el futuro, que muchos sean buenos profesionales. Mosqueada porque ¡a este tipo le pagamos todos!.  

Hasta aquí mi primer enfado. Descomunal, pero simplista. Mi enfado en todo momento estuvo focalizado en mi amigo. Muy bien, genial, ¡qué enrollado soy!. Realmente, sinceramente, me enfada que esto ocurra. Sin embargo, he necesitado días para darme cuenta de que ambos recibimos el mismo golpe.En ningún momento pensé en el modo en que me afectaba a mí esa conversación.Y señores,¡Nos han robado el culo!. Lo importante no es con quién. Eso es colateral. Importa qué. Si te gusta que le presten atención a tu culo eres un desviado. Esto sólo se perdona cuando el "hombre" le da a la "mujer" y sólo disfruta él. En ese caso, lo llaman instinto.